Cómo es la operatoria que denunció Football Leaks y que salpica también a Higuaín
Las operaciones incluyen el uso de múltiples compañías en Países Bajos para desviar las ganancias que generaban a empresas radicadas en paraísos fiscales como Islas Vírgenes Británicas o Panamá. La vía uruguaya, un paso clave.
La bomba explotó hace unos meses vía el consorcio de investigación Mediapart y NRC, que incluye a diarios como El Mundo o Der Spiegel y se denomina Football Leaks. Según la investigación periodística y judicial, hasta cinco agentes argentinos que representan o representaron a jugadores de la talla de Ángel Di María, Gonzalo Higuaín o Javier Pastore utilizaban múltiples compañías en Países Bajos para desviar las ganancias que generaban a numerosas empresas en paraísos fiscales como Islas Vírgenes Británicas o Panamá. La estrategia para ocultar dinero a diversas autoridades fiscales podía compararse con el método utilizado alrededor de los jugadores clientes del portugués Jorge Mendes, pero contaba con hasta tres diferencias.
Según relata el diario español, las diferencias son, en primer lugar, el punto de partida. En vez de asentar su negocio en Irlanda para recibir pagos de clubes y marcas como Nike o Adidas, los representantes sudamericanos utilizaban Holanda, donde la tributación variable (puede descender al 2%) y los muchos convenios de doble imposición les permitían trabajar con margen dentro de la Unión Europea.
En segundo lugar, la cantidad de empresas. Mientras el dinero del universo Mendes circulaba a través de dos únicas compañías irlandesas, Multisports & Image Management (MIM) y Polaris Sports, y se resguardaba casi siempre en el mismo edificio de Islas Vírgenes Británicas, los intermediarios argentinos hacían uso de numerosas compañías intercambiables en Holanda y en los diversos territorios del Caribe.
Y en tercer lugar, las comisiones. En los casos desvelados por El Mundo de clientes de Mendes, el porcentaje de los ingresos para las empresas del agente se quedaba en Irlanda; en los casos alrededor de los argentinos, ese dinero se marchaba a Londres, donde era gestionado por la compañía Premier & Co.
Uruguay, país clave
El ejemplo de Ángel Di María, ahora denunciado por la Fiscalía española, tal y como comunicó el Ministerio Público, demuestra la efectividad de esa estrategia. El futbolista que más dinero ha generado con sus traspasos en la historia (180 millones en su carrera) está controlado por Mendes, pero su agente en algunos de esos movimientos fue Eugenio López, uno de los argentinos que utilizaron la vía holandesa. En su pase del Real Madrid al Manchester United por 75 millones de euros, por ejemplo, la comisión logró sortear buena parte de los controles fiscales en el país de origen. En un acuerdo entre la empresa ITB International, en Holanda, y Paros Consulting, en Islas Vírgenes Británicas, se especificaba que el 92,5% de ese pago por el fichaje (alrededor de 2,5 millones) sería desviado al Caribe. Paros tiene su sede en Road Town, la misma ciudad donde acababan los ingresos de Cristiano Ronaldo, Mourinho, Pepe…
Otro acuerdo de Di María con un patrocinador, una empresa asiática de bebidas energéticas, probaba en 2014 que también se gestionaron pagos a través de la compañía Sunpex, registrada en Panamá.
Aunque la prueba de la relación entre los casos se encuentra en Paros, la empresa de Islas Vírgenes Británicas, y en el nombre de Gonzalo Higuaín, que el pasado verano sacudió el Calcio con su traspaso por 90 millones del Nápoles a la Juventus. La sociedad de Higuaín en el Caribe ingresó 190.000 euros en septiembre de 2014 de otra empresa holandesa, Convergence Capital Partners, por «servicios prestados en relación con el Madrid y el jugador G. Higuaín».
La conexión entre Argentina, Holanda y el Caribe se confirma, según la investigación, finalmente en el caso de Pastore, jugador del PSG -pagó 45 millones en 2011-, aunque con un matiz. Representado por Marcelo Simonian, en 2010 vendió sus derechos de imagen a Klizery, una compañía constituida en Uruguay, a través de Orel, una sociedad holandesa. La aparición de Uruguay en la estructura recuerda al caso de Leo Messi -allí hacían escala sus ingresos antes de saltar al paraíso fiscal de Belice-. Tanto para Messi como para Pastore, el gusto uruguayo obedece a un hecho: durante años, el país fue considerado un paraíso fiscal por su baja tributación y su secreto bancario para atraer inversiones.