Ascenso: jugó en Inter, disputó dos Mundiales y ahora dirigirá a un equipo de la Primera B
Un exjugador histórico del fútbol sudamericano que se desempeñó en un grande de Europa comenzará una nueva aventura como entrenador en el ascenso argentino.
El fútbol uruguayo y sudamericano celebra un nuevo capítulo en la carrera de un futbolista que dejó una huella imborrable: Álvaro "Palito" Pereira. El aguerrido lateral izquierdo, recordado por su paso por el Inter y su destacada participación en dos Copas del Mundo con la selección uruguaya, asumió como DT de Club Atlético Fénix, de la Primera B.
La noticia del arribo del charrúa al banco del equipo del ascenso generó gran expectativa en el ámbito futbolístico local. Su experiencia como jugador de alto nivel, habiendo disputado dos Mundiales (Sudáfrica 2010 y Brasil 2014) y defendido la camiseta de clubes importantes en Europa y América, le otorgan un bagaje invaluable.
Su entrega, su garra y su mentalidad ganadora, características que lo definieron como futbolista, son cualidades que ahora buscará transmitir a sus dirigidos.
Su llegada a Fénix representa una apuesta por un proyecto que busca crecer y consolidarse en la Primera B. Para el club, contar con una figura de la trayectoria de "Palito" es un gran impulso, tanto a nivel deportivo como institucional.
El uruguayo llega al elenco del ascenso en reemplazo de Gabriel Lobos. El objetivo es levantar a un equipo que viene en baja y se encuentra entre los últimos puestos de la tabla con tan solo seis unidades en ocho fechas del campeonato.
El paso de Álvaro Pereira como DT
La llegada de Álvaro "Palito" Pereira a la dirección técnica de Fénix en la Primera B no es su primera incursión en el fútbol de ascenso. Antes de este nuevo desafío, el exmundialista ya tuvo una experiencia en el fútbol argentino, donde comenzó a dar sus primeros pasos como director técnico.
Entre los años 2022 y 2023, el charrúa estuvo al frente de Defensores de Cambaceres, un club que por aquel entonces militaba en la Primera D del fútbol argentino. Esta etapa representó sus primeras armas como entrenador profesional, un período de aprendizaje y adaptación a los desafíos que implica dirigir un equipo en las categorías más humildes del fútbol.